martes, 8 de septiembre de 2009

ISO 26000 ¿Adelanto o retroceso para la Responsabilidad Social Empresarial?

Definición del ISO 26000

ISO 26000 será una guía de lineamientos en materia de Responsabilidad Social (RS) establecidas por la Organización Internacional para la Estandarización que publicará la certificación en el 2010.

Aunque el camino aún es largo y hay errores por corregir en la norma, estoy a favor del proyecto del ISO 26000 debido a considerar que será un incentivo para lograr el ansiado compromiso social que el pueblo peruano le exige a las empresas nacionales e internacionales.

El paralelismo entre la Responsabilidad Social y el Desarrollo Sostenible

El fin de la responsabilidad social debe ser el desarrollo sostenible, pero ¿realmente sabemos el concepto de desarrollo sostenible? “Es el desarrollo que satisface las necesidades actuales de las personas sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas”.[1]

Este concepto busca comprometer las necesidades de hoy y las del mañana, para obtener un equilibrio entre nuestra generación y las que estén por venir, de esta manera garantizarles tres aspectos fundamentales: el ambiental, el económico y el social.

¿Cómo explicamos la simbiosis empresa – mercado y si se debe hacer responsabilidad social?

Se podría decir que la sociedad está conformada por individuos productores e individuos consumidores, los cuales tienen una actitud sobre la forma de ver la vida y de cómo su actuar afecta el entorno físico y social. Esta forma de ver la vida es la responsabilidad social y la responsabilidad social empresarial no es más que una extensión de lo que se hace individualmente a una ‹ciudadanía corporativa›. “El concepto de ciudadanía corporativa implica que la empresa, al igual que el ciudadano, tienen deberes y derechos para con la sociedad y los debe cumplir y respetar”.[2]

En la búsqueda de la responsabilidad social, ¿cuál sería papel del consumidor? Este tiene que reconocer su posición como ejecutor de la compra con poder de decisión, ya que la empresa tiene como pilar fundamental de su existencia la satisfacción de las demandas del mercado, el cual está conformado por los consumidores.

En base a esta premisa el consumidor tiene poder ante muchas de las decisiones empresariales y es en esta circunstancia donde nace la figura del “consumidor verde”, aquel que manifiesta su preocupación por el medio ambiente a través de su comportamiento de compra, y que busca productos percibidos como “amigables” con el medio ambiente.

Este nuevo consumidor que ya no solo se preocupa por la satisfacción de sus necesidades actuales, sino que también le interesa la protección del entorno natural, obligará a las empresas a adoptar una nueva manera de manejar el marketing: “El Marketing Ecológico”.[3]

Esta nueva extensión del marketing plantea un nuevo enfoque a la estrategia de venta y al posicionamiento de “lovemark”, donde no solo se tendrá que aclarar que su producto es mejor que el otro y que por ello, merece ser escogido. Si no que ahora se verá en la necesidad de demostrar a sus consumidores que deben tener preferencia por su producto ya que este les ofrece calidad y al mismo tiempo cuida el medio ambiente.

Para Philip Koter, “el concepto de mercadotecnia social afirma que la labor de las organizaciones es determinar las necesidades deseos e intereses de los mercados meta y entregarles los satisfactores deseados, en forma más eficaz y eficiente que la competencia, de tal manera que proteja e incremente el bienestar del consumidor y de la sociedad”[4]

¿Ante la ventaja económica de las grandes empresas que pueden hacer las MYPES?

Las medianas y pequeñas empresas (MYPES) que para producir los bienes o servicios que ofrecen en el mercado, realizan diversas actividades, que a su vez, producen diversos impactos en el medio ambiente, la labor no será fácil, pero responsabilidad social no debe ser un sinónimo de grandes inversiones.

Las MYPES también pueden colaborar realizando acciones responsables que serán útiles para la sociedad y para ellas mismas. Es basándome es este concepto que se propone la utilización de tecnologías limpias, estas son una opción amigable con el ambiente, pues permiten la minimización de la contaminación y de los desechos, sin contar que aumentan la eficiencia en el uso de los recursos naturales, esto logrará generar beneficios económicos, optimizando los costos y la competitividad de los productos.

El trabajo de las pequeñas y medianas empresas a favor de la sociedad no debe ser asumido como construcción de grandes obras materiales. Trabajando con su público interno por medio de la comunicación, talleres o mejoras salariales que generen bienestar en sus colaboradores, ya es una forma de Responsabilidad Social. Un colaborador que se sienta cómodo en su trabajo, será un colaborador que no exteriorizará su disconformidad laboral con su familia, con lo que se puede lograr detener el maltrato familiar entre otros trastornos que se genera por un inadecuado ambiente laboral.

Carroll en 1991 propone la teoría de la pirámide de la RSE, donde por medio de una pirámide plantea cuatro clases de responsabilidades sociales de las empresas: económicas, son la base de la pirámide y vienen a ser la producción de bienes y servicios que los consumidores necesitan. Legales, el cumplimiento de la ley, así como con las reglas básicas según las cuales deben operar los negocios. Éticas, la obligación de hacer lo correcto, justo y razonable, así como de evitar o minimizar el daño a los grupos de interés. Y las filantrópicas, acciones corporativas que responden a las expectativas sociales sobre la buena ciudadanía corporativa[5]

¿La crisis económica debe incentivar o frenar la Responsabilidad Social?

Hoy cuando estamos atravesando una de las peores crisis económicas del mundo, es cuando las empresas dudan más y encuentran más pretextos para no realizar acciones responsables. Pero no debemos olvidar que una de las etapas más importantes de la evolución de la RSE se inicia con la Gran Depresión, la cual afectó la económica de los países más desarrollados, que se dieron cuenta de los errores en la filosofía empresarial de la época y decidieron reformularla.

Peter Drucker, al igual que otros autores, afirma que la principal misión de las organizaciones empresariales es la generación de lucro; no obstante, esto no significa que sea la única. El poder económico que las empresas obtienen a través de su producción debería verse equilibrado por un alto grado de responsabilidad para que dicho poder sea legítimo, es más, Drucker asevera que la construcción de las propias organizaciones debe basarse sobre la responsabilidad al interior de las mismas.[6]

Esto quiere decir que la responsabilidad social empresarial no solo es construir grandes obras, carreteras, colegios u hospitales. La RSE debe comenzar por las bases de la misma organización o empresa, el pago de sueldos justos, el trato decente al personal, el cumplimiento de las horas laborales, entre otros.

Con una sociedad marcada por la pobreza y la exclusión social, y un Estado históricamente ineficiente, cuando la estabilidad jurídica y económica del país quedan en duda, siempre dependiendo de las elecciones venideras, una norma como el ISO 26000 que alentará a los empresarios, pequeños, medianos o grandes, cada uno según sus posibilidades a colaborar con el mejoramiento de nuestra empobrecida sociedad, debe ser bienvenida y vista con buenos ojos.

Víctor R. Garrido-Lecca C.


[1] Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de la Comisión Brundtland: Nuestro Futuro Común.

[2] Responsabilidad social: fundamentos para la competitividad empresarial y el desarrollo sostenible.-María Schwalb.

[3] Responsabilidad social: fundamentos para la competitividad empresarial y el desarrollo sostenible.-Oscar Malca.

[4] Philip Kotler, director de la mercadotecnia.

[5]Carroll 1991:47

[6] La Sociedad postcapitalista, 1993.-Peter Drucker.

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