domingo, 15 de junio de 2008

Un puente distinto

Un puente distinto
Barranco


Si tuviera que decidir cuál es mi distrito preferido de Lima, sin vacilaciones escogería Barranco, el distrito bohemio de la capital, donde por décadas muchos artistas no solo escogieron vivir allí, sino que lograron encontrar en ese especial lugar su inspiración.

Barranco posee un encanto único, al pisar sus calles empiezas a sentir un ambiente distinto, te olvidas de la urbe, del caos. Caminas entre sus parques y casonas de estilo republicano y te vas envolviendo en un sortilegio que te hace sentir que estas en otro mundo.

Sus calles y avenidas están llenas de visitantes, caminantes eternos que se contagian por el ambiente bohemio del distrito y deciden quedarse un tiempo. Artesanos y hippies que venden sus trabajos en las calles, y quedan agradecidos por el ambiente acogedor que pueden encontrar ahí. Muchos de ellos se reúnen frente al Puente de los Suspiros, bajo la atenta mirada de Chabuca Granda y su inolvidable canción “Puentecito dormido, entre murmullos de la querencia. Abrazado a recuerdos Barrancos y escalinatas. Puente de los Suspiros quiero que guardes en tu grato silencio, mi confidencia…”

Barranco no solo se caracteriza por los hippies, sino también por la gran constelación de artistas callejeros que puedes encontrar, desde personas haciendo malabares en la calle, hasta bandas de música que animan el día como si fuera un carnaval. No se sorprenda que al ir caminando se pueda topar con una de estas bandas que, entre valses y salsa, lo invitarán a seguir el ritmo.

El día va terminando y una gran puesta de sol nos espera, ya sea en el mirador o en cualquiera de los malecones del distrito. En estos lugares, con un poco de suerte, podrían toparse con Vargas Llosa saliendo de su casa o aún escuchar los golpes de tecla que daba Julio Ramón Ribeyro a su máquina de escribir, antes de salir a dar un paseo por las calles barranquinas.

La noche llega a Barranco y sus faroles con su luz amarillenta iluminan el lugar, la vida artística en las calles se ve trasladada a los pubs de la zona, donde podrás encontrar música para cualquiera de los gustos. Si la trova con Silvio y Pablo es lo tuyo, no debes dejar de ir a “La Posada del Ángel”; si buscas trova peruana, el “Sóngoro Cosongo” con Piero Montaldo te dejará satisfecho; eres para algo más movido y te gusta la onda de los 80’s, “Sargento Pimienta” o el “Tizón” son una parada obligatoria; y, si estas en búsqueda de más talentos peruanos, sigue los pasos del cantautor Joaquín Sabina y disfruta de unos tragos en la “Noche de Barranco”.

Yo me retiro, son las 4 de la mañana, pero las calles aún siguen llenas. Y no es para menos, ya que ni Barranco ni su gente se detienen.